SI bien el ejercicio de Pre Criterios de Política Económica para 2023, tiene la finalidad de proporcionar el marco macro económico que sirve de base a las diversas entidades del Sector Público Federal para arrancar su ejercicio presupuestal para 2023, el cual debe ser turnado al Congreso a más tardar el 8 de Septiembre de este año, también es un importante elemento de planeación económica para el año en curso, porque se aprovecha para revisar la evolución de los parámetros que a su vez se utilizaron para estimar la evolución presupuestal para 2022, que como sabemos, ha quedado bastante superada por la realidad.
Sin embargo, como éste último objetivo, de revisar y actualizar los parámetros macro económicos 2022, (como el crecimiento del PIB) y de recalcular las estimaciones de cierre de finanzas públicas, tanto en materia de ingresos como de egresos, el ejercicio que se realiza es bastante parco e insuficiente para incursionar en la verosimilitud y el grado de confianza de las nuevas estimaciones, por lo que es difícil emitir un juicio bien documentado al respecto.
De hecho, CGPE 2022 se redacta en Agosto de 2021, por lo que contiene una “estimación” de cómo va a cerrar la economía en ese año, y posteriormente, con base en esas estimaciones de cierre, se “proyectan” las variables para 2022.
Como se recordará, la estimación de crecimiento real de la economía para 2021 era originalmente de 6.3 por ciento, sin embargo, durante el último trimestre de 2021, la economía detuvo su ritmo de recuperación post Pandemia, y solo creció finalmente en un 5 por ciento, (un 20.3 por ciento menos) y por ende, esto afectó a todas las variables financieras.
De tal suerte, para recalcular las estimaciones 2022, primero se debe de evaluar si las predicciones de cierre 2021 fueron acertadas, ya que estos valores absolutos se tomaron como “base” para proyectar los valores 2022, y este ejercicio no se incorpora en Pre Criterios para 2023.
En materia de Ingresos Tributarios, el resultado final 2021, quedó por abajo del estimado de cierre, en unos $10 mil millones de pesos, mismos que deben ajustarse para la re proyección de ingresos para 2022.
Posteriormente, se procede a recalcular la nueva estimación de ingresos tributarios para 2022, considerando también todas y cada una de las variables que afectan a la recaudación, y que se proyectaron en ese entonces, ajustando sus impactos en recaudación final.
No solo el menor crecimiento del PIB para 2022 afecta la recaudación, el cual se estima con un impacto negativo de $41,570 millones de pesos por cada punto de reducción en el crecimiento real, sino también la inflación, tanto en promedio general, como por rubro de producto, ya que la mayor inflación en alimentos, (12.5 por ciento) reduce el ingreso disponible para adquirir otros productos que sí pagan IVA, y en promedio, la gente gasta más del 35 por ciento de su ingreso en comida.
Por otro lado, los estímulos fiscales a las gasolinas y al diesel, están costando una cantidad de dinero que simplemente no se esperaba, al grado de que no solo está comprometida la recaudación de IEPS federal, sino que hasta la recaudación de ISR y de IVA están siendo afectadas por los acreditamientos del estímulo adicional, y la duración de estos impactos negativos en recaudación, está en función de variables exógenas, (precio del petróleo), que difícilmente se puede predecir.
De tal suerte, en el documento de Pre Criterios, la SHCP ajustó a la baja la recaudación de Impuestos, en $230.3 miles de millones de pesos, la cual luce modesta si se considera que solo el IEPS federal a las gasolinas es de $288.6 mmp.
Más optimista luce aún la nueva estimación de Ingresos Tributarios excluyendo la recaudación de este IEPS federal a las gasolinas, ya que a la letra, el texto dice:
“Sin considerar la recaudación del IEPS de combustibles, se estima que los ingresos tributarios sean superiores en 27 mil 159 millones de pesos a lo previsto en la LIF 2022….. Lo anterior se explica, en parte, por la implementación de las medidas de simplificación fiscal y mejora administrativa, aprobadas para este ejercicio fiscal”.
Veamos, si todos los impuestos bajan en $230.3 mmp pero los no petroleros suben $27.2 mmp, se concluye que los impuestos petroleros bajan en $257.5 mmp, sin embargo, aquí se incluye el IEPS Estatal, de $29.5 mmp, el cual NO es objeto de estímulo y su recaudación no está comprometida, por lo que razonablemente debe de cumplirse, y restándolo, se tiene entonces que el IEPS FEDERAL, se reduciría en $228.0 mmp, (cuando se presupuestó en $288.6 mmp) reducción más que modesta si se considera que se estima que el petróleo promediará 92.9 dlls.
Con un supuesto de esta magnitud para el precio del petróleo, es prácticamente un hecho de que el primer estímulo fiscal se mantenga en 100 por ciento por lo que resta del año, y sería nula la recaudación de marzo a diciembre, y si solo se han recaudado $18 mmp en enero y febrero, proyectar una recaudación anual de $60.6 mmp ($288.6 menos $228.0) no resulta una proyección razonable, salvo con un menor precio del petróleo.
Por otro lado, se concluye también que el estímulo adicional no impactaría a la recaudación de ISR y de IVA, dado que incluso aumentarían su recaudación, lo cual tampoco es razonable.
Considerando la estimación de 92.9 dólares por barril, y que no se podría recaudar nada de IEPS federal para el resto del año, la recaudación efectiva solo rondaría los $20 mmp (de 288.6 mmp) mientras que un estimado del costo del estímulo adicional, podría llegar hasta los $100 mmp, (salvo políticas deliberadas para hacerlo nugatorio a los beneficiarios, por parte del SAT) y el costo total podría rondar los $368.6 mmp, tan solo por estos estímulos.
Finalmente, tampoco se detecta que se haya incluido el impacto del menor crecimiento real del PIB, ya que si este se reduce del 4.1 por ciento estimado a un 2.1 por ciento, y se aplica la sensibilidad que establece la propia SHCP, se tendría un impacto negativo en recaudación de impuestos de $83.1 miles de millones de pesos, por estos dos puntos de menor crecimiento.
Ahora sí, que se proceda a estimar el efecto positivo de la mayor eficiencia recaudatoria y de los programas de fiscalización del SAT.
En resumen, luce más que complicado el escenario para los Ingresos Tributarios.
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