El INEGI acaba de publicar los datos de las importaciones y las exportaciones de mercancías al mes de Octubre, y el déficit comercial acumulado en los diez primeros meses del año alcanza ya los $27,309 millones de dólares, cifra que representa un crecimiento de 2.5 veces con relación al déficit comercial reportado en el mismo periodo del año pasado, de $10,939 millones de dólares.

Este déficit comercial creciente se registra no obstante el aumento de 43.3% en el valor de las exportaciones de petróleo crudo, acumuladas al mes de Octubre, que alcanzan los $33,891 millones de dólares, alentadas por los elevados precios del petróleo, ya que las importaciones de productos refinados crecieron más y fueron muy superiores, de $64,449 millones de dólares, con un crecimiento del 46.6%, contribuyendo al aumento en el déficit comercial total.

Los datos revelan que las exportaciones de petróleo crudo van a la baja, junto con los precios del petróleo, después de haber superado los $100 dólares por barril, y ya para el mes de Octubre, solo aportaron $2,892 millones de dólares a las exportaciones totales del País, un 5.8% del total exportado, (7% en el acumulado a Octubre) mientras que las importaciones de petrolíferos representan el 12.7% del total de mercancías importadas en los 10 primeros meses de este año, ya que incluso Pemex, opera con balanza comercial deficitaria.

De hecho, el déficit de la balanza petrolera es incluso superior al total del déficit comercial del País, ya que mientras el déficit total de mercancías alcanza los $27,309 millones de dólares al mes de Octubre, el déficit petrolero es de $30,558 millones de dólares, $3,249 millones de dólares superior al déficit comercial total, y seis mil millones de dólares superior al registrado en todo el año 2021.

Lo anterior pone de manifiesto que en materia de comercio exterior, el aumento en los precios del petróleo tiene un impacto neto negativo en la balanza comercial del País.

Considerando ahora solo la balanza comercial no petrolera, el superávit que registró el País en 2020, de $47,938 millones de dólares, generado principalmente por la fuerte reducción en las importaciones, (explicadas por la gran caída en el PIB), para 2021 se redujo a $13,696 millones de dólares, y al mes de Octubre solo es de $3,249 millones de dólares.

Estos datos contrastan con las notas que regularmente leemos en la prensa, en el sentido de que las exportaciones mexicanas están creciendo de manera espectacular, lo cual, si bien es cierto, deben analizarse a la luz de la evolución de su contraparte, las importaciones, las cuales han crecido aún más que las exportaciones, para tener la película completa y ver no solo la parte llena del vaso.

Si bien las importaciones tienen una elasticidad PIB mayor a uno, es decir, crecen más que la actividad económica nacional, es importante señalar la relativa estabilidad que ha tenido el tipo de cambio del peso frente al dólar, aunado a la fuerte apreciación que ha tenido la divisa estadounidense contra las principales monedas del mundo, esto se traduce en una apreciación similar del peso frente al euro, frente a la libra esterlina, el yuan Chino y contra todas las divisas que se han devaluado frente al dólar, lo que sin duda aumenta el poder adquisitivo del peso mexicano y abarata las importaciones, impulsando más las compras en el exterior.

Esta relativa estabilidad en el tipo de cambio del peso frente al dólar, se explica fundamentalmente por factores ajenos al desempeño del gobierno federal, como lo es la creciente entrada de remesas de nuestros migrantes, el gran diferencial en los rendimientos financieros entre México y EUA, y a las oportunidades de inversión generadas por el “Nearshoring” que atrae nuevos proyectos de inversión extranjera, lo que genera importantes entradas de dólares al País.

Finalmente, no se detecta que el actual aumento en importaciones esté asociado a un importante repunte de nuestra economía, ya que si revisamos las últimas estimaciones del INEGI, tanto en materia del Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE), como del Indicador Global de la Actividad Económica para el mes de Noviembre, (IGAE) se reportan disminuciones del 0.1 % en términos reales respecto a octubre del mismo año, tanto para las actividades secundarias como para las terciarias, lo que corrobora que de hecho, el nivel de la actividad económica en los últimos meses, no está aumentando, y que el crecimiento real reportado, con respecto al año anterior, es producto del manejo de deflactores, más que de mayores volúmenes producidos.

Es importante que este tema, el cual ya había abordado en una nota anterior, se ventile y se analice ampliamente, tanto por el INEGI, como por la Secretaría de Hacienda, para no perder la credibilidad en las cifras “oficiales”.