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Pérdidas de Pemex suman un billón de pesos en el sexenio

Sin duda alguna, la salud financiera de Petróleos Mexicanos ha registrado, durante este sexenio, una trayectoria de deterioro operativo, que con las pérdidas reportadas al segundo trimestre de este año, por 251 mil 255 millones de pesos, acumula pérdidas por 970 mil millones de pesos, más lo que se acumule durante el tercer trimestre de este año, último que le corresponde a esta desastrosa administración.

Un agravante a estos resultados operativos deficitarios que se reportan, es que se calculan incluyendo como “ingresos propios” de esta empresa improductiva del estado, todos los subsidios y los apoyos financieros recibidos por parte de la Secretaría de Hacienda, los cuales ascienden a más de 1.5 billones de pesos, por lo que en realidad, las pérdidas netas, sin considerar los apoyos gubernamentales recibidos presupuestalmente, sumaría los 2.5 billones de pesos durante este sexenio.

Un segundo agravante que se debe comentar, es que durante esta administración se le ha reducido la carga fiscal a Pemex en más de un 50 por ciento, ya que el principal Derecho que paga al Fondo Mexicano del Petróleo, el Derecho de Utilidad Compartida, el cual era de 65 por ciento al inicio de este sexenio, es ya de solo 30 por ciento, lo que le ha permitido enterar menos contribuciones y reducir sus gastos operativos.

De no haber recibido este alivio en sus gastos, correspondiente a los menores enteros de Contribuciones, la empresa reportaría pérdidas acumuladas en este sexenio, de la escandalosa cifra de TRES BILLONES DE PESOS, promediando una pérdida anual de medio billón de pesos, sin que las puedan achacar a “gobiernos anteriores”.

Si bien las pérdidas se concentran en Pemex Transformación Industrial, que es la encargada de refinar el petróleo crudo para producir gasolinas y otros productos, llama la atención que Pemex Exploración y Producción, la cual es la encargada de extraer y vender el petróleo crudo, solo haya reportado utilidades en el segundo trimestre de este año por solo $6,692 millones de pesos, cuando durante el segundo trimestre de este año el precio del crudo mexicano promedió más de $70 dólares el barril, mientras que el costo de extraer un barril de crudo no supera los $10 dólares por barril, por lo que las cuentas simplemente no checan.

Por otro lado, si actualmente Pemex pierde unos $20 pesos por cada $100 pesos que produce de gasolinas y derivados en sus refinerías, (sin considerar Deer Park), pretender dejar de exportar petróleo crudo para que la totalidad de la producción nacional sea refinada en México, es simplemente inconcebible, ya que esto solo incrementaría la pérdida actual.

Como sabemos, Pemex enfrentará durante los próximos dos años importantes vencimientos en su deuda externa, por lo que la Secretaría de Hacienda ya ha anunciado que busca implementar un programa de apoyo financiero, que podría incluso incluir la asunción hasta un 40 por ciento de la actual deuda externa de la empresa, la cual supera los $100 mil millones de dólares.

En cuanto a la producción de petróleo crudo, ya sabemos que esta administración también tuvo otro rotundo fracaso, ya que lejos de aumentar la producción, como era el programa oficial, ésta ha seguido declinando, por lo que la perspectiva para los próximos seis años luce más que complicada.

Definitivamente, por más que se le quiera ver algo de agua al “vaso” para decir que está “medio lleno”, simplemente no hay nada positivo o favorable que pudiera ser comentado.

El corolario final, es que las finanzas públicas están como la rana que está siendo paulatinamente hervida, pero nuestras autoridades financieras no ven esta realidad, y siguen con su discurso de que la relación de la deuda a PIB es baja, (y por ende aumentable) cuando ese cociente, primeramente, es espurio, ya que no incluye la deuda de las pensiones, ni la del IPAB, ni la de FARAC, ni las deudas de gobiernos locales, y finalmente, la deuda pública se debe comparar contra ingresos propios de libre disposición, no contra el PIB.

Si los Estados pierden el foco verde cuando su deuda supera el 100 por ciento de sus ingresos propios de libre disposición, la federación reporta un cociente superior a 400 por ciento en este indicador, ah, pero ellos NO se miden con esta vara.

Si las disposiciones de la Ley de Disciplina Financiera que se aplica a los Estados, se le aplicara a la federación, NO PODRÍAN CONTRATAR NI UN PESO DE MAS DEUDA, así que ¿Dónde está la salud financiera que tanto presumen?.

Dr. Marco Antonio Pérez Valtier

Economista especialista en finanzas públicas, Socio de Economía en Pérez Góngora y Asociados S.C., Conferencista y catedrático a nivel doctorado.

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